Los Ojos del Camaleón es unos de los aspectos más llamativos de este reptil. Aunque, evidentemente, este animal es también bien conocido por su capacidad de:
- Cambiar de color.
- Lanzar la lengua para atrapar a presas.
- Girar ojos de forma independiente.
Aunque el camaleón es un reptil que tiende a permanecer inmóvil por largos períodos de tiempo, los ojos se mueven frecuentemente para poder escanear el entorno en el que se encuentra.
Sus ojos son capaces de observar, en un mismo instante, que se «cuece» a su derecha y a su izquierda. Pueden estar atento a la presencia de un gato por un lado y a la presencia de una saltamontes por el otro. Pueden mirar hacia arriba y hacia abajo, hacia adelante y hacia atrás. Pero en caso de mostrar interés por algo que se encuentre a su alcance, focalizan ambos ojos sobre el objeto de atención.
¿De forma independiente?
Siempre se había creído que cada uno de los ojos del camaleón se movía y procesaban la información de forma independiente. En 2015, un estudio desarrollado por la Universidad de Haifa (Israel) demuestra que no es así. Una prueba con un programa informático demuestra que ambos ojos comparten información.
Fisonomía de los ojos del camaleón
Los ojos del camaleón, en casi su totalidad se encuentran ocultos por los párpados. Unicamente es observable la pupila y una parte del iris. Además, están montados sobre torretas cónicas dobles, por lo que cada ojo puede moverse de manera independiente y conseguir una visión de 360º. Por si fuera poco, su capacidad visual es divergente y pueden acomodar la capacidad de vista a diferentes distancias a modo teleobjetivo.
Tienen un campo de visión muy reducido que se compensa con una imagen muy aumentada y una movilidad ocular extraordinaria.
Inconvenientes
La vista de camaleón es poca efectiva durante la noche. No siendo capaz de distinguir colores y formas como lo hace durante el día.